32 Versículos de la Biblia sobre el Redentor
El Señor atiende al clamor del hombre honrado, y lo libra de todas sus angustias. El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.
El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará! El Señor estará contento de ti. Con su amor te dará nueva vida; en su alegría cantará.
En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento.
Por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.
Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.
Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite.
Ustedes antes eran extranjeros y enemigos de Dios en sus corazones, por las cosas malas que hacían, pero ahora Cristo los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su existencia terrena. Y lo hizo para tenerlos a ustedes en su presencia, santos, sin mancha y sin culpa.
El hombre honrado pasa por muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos.
Mis labios se alegrarán al cantarte, lo mismo que todo mi ser, que tú has salvado.
Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes.
Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien.
Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
Yo he hecho desaparecer tus faltas y pecados, como desaparecen las nubes. Vuélvete a mí, pues yo te he libertado.
Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.
Porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo.
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres.
Para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios.
¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas.
Porque él se entregó a la muerte como rescate por la salvación de todos y como testimonio dado por él a su debido tiempo.
Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.
Salmos 34:17-18
El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará! El Señor estará contento de ti. Con su amor te dará nueva vida; en su alegría cantará.
Sofonías 3:17
En Cristo, gracias a la sangre que derramó, tenemos la liberación y el perdón de los pecados. Pues Dios ha hecho desbordar sobre nosotros las riquezas de su generosidad, dándonos toda sabiduría y entendimiento.
Efesios 1:7
Por quien tenemos la liberación y el perdón de los pecados.
Colosenses 1:14
Cristo nos dio libertad para que seamos libres. Por lo tanto, manténganse ustedes firmes en esa libertad y no se sometan otra vez al yugo de la esclavitud.
Gálatas 5:1
Tú eres mi protector, mi lugar de refugio, mi libertador, mi Dios, la roca que me protege, mi escudo, el poder que me salva, mi más alto escondite.
Salmos 18:2
Ustedes antes eran extranjeros y enemigos de Dios en sus corazones, por las cosas malas que hacían, pero ahora Cristo los ha reconciliado mediante la muerte que sufrió en su existencia terrena. Y lo hizo para tenerlos a ustedes en su presencia, santos, sin mancha y sin culpa.
Colosenses 1:21-22
El hombre honrado pasa por muchos males, pero el Señor lo libra de todos ellos.
Salmos 34:19
Mis labios se alegrarán al cantarte, lo mismo que todo mi ser, que tú has salvado.
Salmos 71:23
Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, los hace justos, mediante la liberación que realizó Cristo Jesús. Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón. Este perdón se alcanza por la fe. Así quería Dios mostrar cómo nos hace justos: perdonando los pecados que habíamos cometido antes.
Romanos 3:24-25
Él se entregó a la muerte por nosotros, para rescatarnos de toda maldad y limpiarnos completamente, haciendo de nosotros el pueblo de su propiedad, empeñados en hacer el bien.
Tito 2:14
Así pues, ahora ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, porque la ley del Espíritu que da vida en Cristo Jesús, te liberó de la ley del pecado y de la muerte.
Romanos 8:1-2
Yo he hecho desaparecer tus faltas y pecados, como desaparecen las nubes. Vuélvete a mí, pues yo te he libertado.
Isaías 44:22
Pues Dios los ha rescatado a ustedes de la vida sin sentido que heredaron de sus antepasados; y ustedes saben muy bien que el costo de este rescate no se pagó con cosas corruptibles, como el oro o la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.
1 Pedro 1:18-19
Porque Dios los ha comprado. Por eso deben honrar a Dios en el cuerpo.
1 Corintios 6:20
Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán verdaderamente libres.
Juan 8:36
Para rescatarnos a los que estábamos bajo esa ley y concedernos gozar de los derechos de hijos de Dios.
Gálatas 4:5
¡Cómo me alegro en el Señor! Me lleno de gozo en mi Dios, porque me ha brindado su salvación, ¡me ha cubierto de victoria! Soy como un novio que se pone su corona o una novia que se adorna con sus joyas.
Isaías 61:10
Porque él se entregó a la muerte como rescate por la salvación de todos y como testimonio dado por él a su debido tiempo.
1 Timoteo 2:6
Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros, como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios.
Efesios 5:2
Compartir:
Te Puede Interesar:
DONACIÓN:
