44 Versículos de la Biblia sobre la Santidad
Dios nos salvó y nos ha llamado a formar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino porque ése fue su propósito y por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús.
Así pues, queridos hermanos, estas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad.
¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia? ¡Viviendo de acuerdo con tu palabra!
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios todopoderoso; vive una vida sin tacha delante de mí.
Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; 16 pues la Escritura dice: «Sean ustedes santos, porque yo soy santo».
¡Nadie es santo como tú, Señor! ¡Nadie protege como tú, Dios nuestro! ¡Nadie hay fuera de ti!
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!
Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor.
Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer.
Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos; mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno.
Ustedes deben ser santos para conmigo, porque yo, el Señor, soy santo y los he distinguido de los demás pueblos para que sean míos.
Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús.
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus maldades! ¡Dejen de hacer el mal!
Y habrá allí una calzada que se llamará «el camino sagrado. Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él.
Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones, 15 para que nadie encuentre en ustedes culpa ni falta alguna, y sean hijos de Dios sin mancha en medio de esta gente mala y perversa. Entre ellos brillan ustedes como estrellas en el mundo, manteniendo firme el mensaje de vida.
Porque el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es santo, dice: Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento.
Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia.
Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será verdad lo que ustedes dicen: que el Señor, el Dios todopoderoso, está con ustedes.
Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.
2 Timoteo 1:9
Así pues, queridos hermanos, estas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad.
2 Corintios 7:1
¿Cómo podrá el joven llevar una vida limpia? ¡Viviendo de acuerdo con tu palabra!
Salmos 119:9
Cuando Abram tenía noventa y nueve años, el Señor se le apareció y le dijo: —Yo soy el Dios todopoderoso; vive una vida sin tacha delante de mí.
Génesis 17:1
Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; 16 pues la Escritura dice: «Sean ustedes santos, porque yo soy santo».
1 Pedro 1:15-16
¡Nadie es santo como tú, Señor! ¡Nadie protege como tú, Dios nuestro! ¡Nadie hay fuera de ti!
1 Samuel 2:2
Oh Dios, ¡pon en mí un corazón limpio!, ¡dame un espíritu nuevo y fiel!
Salmos 51:10
Procuren estar en paz con todos y llevar una vida santa; pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor.
Hebreos 12:14
Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Éste es el verdadero culto que deben ofrecer.
Romanos 12:1
Oh Dios, examíname, reconoce mi corazón; ponme a prueba, reconoce mis pensamientos; mira si voy por el camino del mal, y guíame por el camino eterno.
Salmos 139:23-24
Ustedes deben ser santos para conmigo, porque yo, el Señor, soy santo y los he distinguido de los demás pueblos para que sean míos.
Levítico 20:26
Tengan unos con otros la manera de pensar propia de quien está unido a Cristo Jesús.
Filipenses 2:5
¡Lávense, límpiense! ¡Aparten de mi vista sus maldades! ¡Dejen de hacer el mal!
Isaías 1:16
Y habrá allí una calzada que se llamará «el camino sagrado. Los que no estén purificados no podrán pasar por él; los necios no andarán por él.
Isaías 35:8
Háganlo todo sin murmuraciones ni discusiones, 15 para que nadie encuentre en ustedes culpa ni falta alguna, y sean hijos de Dios sin mancha en medio de esta gente mala y perversa. Entre ellos brillan ustedes como estrellas en el mundo, manteniendo firme el mensaje de vida.
Filipenses 2:14-16
Porque el Altísimo, el que vive para siempre y cuyo nombre es santo, dice: Yo vivo en un lugar alto y sagrado, pero también estoy con el humilde y afligido, y le doy ánimo y aliento.
Isaías 57:15
Dichosos los de corazón limpio, porque verán a Dios.
Mateo 5:8
Ustedes deben portarse como corresponde al pueblo santo: ni siquiera hablen de la inmoralidad sexual ni de ninguna otra clase de impureza o de avaricia.
Efesios 5:3
Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será verdad lo que ustedes dicen: que el Señor, el Dios todopoderoso, está con ustedes.
Amós 5:14
Pero ahora, libres de la esclavitud del pecado, han entrado al servicio de Dios. Esto sí les es provechoso, pues el resultado es la vida santa y, finalmente, la vida eterna.
Romanos 6:22
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