Saben que Dios llenó de poder y del Espíritu Santo a Jesús de Nazaret, y que Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con él.
Hechos 10:38
|
|
Sáname tú, Señor, y seré sanado; sálvame tú, y seré salvado, pues sólo a ti te alabo.
Jeremías 17:14
|
|
El Señor devuelve la vista a los ciegos; el Señor levanta a los caídos; el Señor ama a los hombres honrados.
Salmo 146:8
|
|
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos.
Lucas 4:18
|
|
Pedro le dijo: —Eneas, Jesucristo te sana. Levántate y arregla tu cama. Eneas se levantó al momento.
Hechos 9:34
|
|
Envió su palabra, y los sanó; ¡los libró del sepulcro!
Salmo 107:20
|
|