38 Versículos de la Biblia sobre la Familia
Queridos hermanos, ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve todavía lo que seremos después, sabemos que cuando Jesucristo aparezca seremos como él, porque lo veremos tal como es. Y todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, de la misma manera que Jesucristo es puro.
Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano.
Y ahora, que el Señor nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados. Que no nos abandone ni nos deje.
La corona de los ancianos son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres.
Hijo mío, atiende la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano.
—¿Cuáles? —preguntó el joven. Y Jesús le dijo: —“No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
Nunca abandones a tus amigos ni a los amigos de tu padre. Nunca vayas con tus problemas a la casa de tu hermano. Más vale vecino cercano que hermano lejano.
El padre del hijo bueno y sabio tiene razón para estar feliz y orgulloso.
Den al Señor, familias de los pueblos, den al Señor el poder y la gloria; den al Señor la honra que merece; con ofrendas preséntense ante él; adoren al Señor. en su santuario hermoso.
Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor.
Honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más feliz que yo.
Y una familia dividida, no puede mantenerse.
Dichos de Salomón: El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo necio los hace sufrir.
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo.
Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe.
1 Juan 3:2-3
Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano.
Proverbios 17:17
Y ahora, que el Señor nuestro Dios esté con nosotros como estuvo con nuestros antepasados. Que no nos abandone ni nos deje.
1 Reyes 8:57
La corona de los ancianos son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres.
Proverbios 17:6
Hijo mío, atiende la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
Proverbios 1:8
Algunas amistades se rompen fácilmente, pero hay amigos más fieles que un hermano.
Proverbios 18:24
—¿Cuáles? —preguntó el joven. Y Jesús le dijo: —“No mates, no cometas adulterio, no robes, no digas mentiras en perjuicio de nadie, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo”.
Mateo 19:18-19
Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
Lucas 11:13
Nunca abandones a tus amigos ni a los amigos de tu padre. Nunca vayas con tus problemas a la casa de tu hermano. Más vale vecino cercano que hermano lejano.
Proverbios 27:10
El padre del hijo bueno y sabio tiene razón para estar feliz y orgulloso.
Proverbios 23:24
Den al Señor, familias de los pueblos, den al Señor el poder y la gloria; den al Señor la honra que merece; con ofrendas preséntense ante él; adoren al Señor. en su santuario hermoso.
1 Crónicas 16:28-29
Los hijos que nos nacen son ricas bendiciones del Señor.
Salmos 127:3
Honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 19:19
Cuando alcances la sabiduría, hijo mío, no habrá nadie más feliz que yo.
Proverbios 23:15
Y una familia dividida, no puede mantenerse.
Marcos 3:25
Dichos de Salomón: El hijo sabio alegra a sus padres; el hijo necio los hace sufrir.
Proverbios 10:1
En la intimidad de tu hogar, tu mujer será como una vid cargada de uvas; tus hijos, alrededor de tu mesa, serán como retoños de olivo.
Salmos 128:3
Por eso, siempre que podamos, hagamos bien a todos, y especialmente a nuestros hermanos en la fe.
Gálatas 6:10
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